Empleo digno: inclusión y oportunidades

Esta semana, en la 12ª sesión de la Asamblea Nacional, se debatió un tema que debe importarnos a todos: la protección de nuestras áreas naturales y el desarrollo responsable de los territorios que las rodean. 

En primer debate, tratamos el proyecto de Ley Orgánica para el Fortalecimiento de Áreas Protegidas y Desarrollo, una propuesta que busca equilibrar la conservación ambiental con oportunidades reales para las comunidades.

Como asambleísta, mi voto y mi voz estarán siempre al servicio de lo que beneficie al país en el largo plazo. Cuidar nuestras áreas protegidas no es un lujo: es una necesidad. Ecuador es uno de los países más biodiversos del planeta, y con esa riqueza viene también una gran responsabilidad.

Pero proteger no significa abandonar.
Debemos generar desarrollo para las personas que viven en torno a estas áreas, crear oportunidades sostenibles, promover el turismo responsable, el acceso a educación ambiental y fomentar una economía local respetuosa del entorno. Es ahí donde esta ley puede marcar la diferencia.

Desde mi curul, seguiré trabajando para que esta propuesta se fortalezca y no quede en buenas intenciones. Haré lo necesario para que su aplicación beneficie tanto al medio ambiente como al desarrollo humano. Porque no se trata de elegir entre naturaleza o progreso: se trata de lograr ambos, con justicia y visión de futuro.